Uno de los incidentes que marcó la carrera de la jugadora estadounidense y que cambió para siempre las medidas de seguridad en los campos de este deporte.

Por: Alfonso Zúñiga Catalán

Fue uno de los hitos que marcó a una generación en la década de los noventa, donde la seguridad de los deportistas corrió serio peligro por culpa de un espectador.

Un día como hoy, 30 de abril, pero de 1993, la tenista estadounidense Mónica Seles disputaba el torneo de Hamburgo, en Alemania, y jugaba en cuartos de final ante la búlgara Magdalena Maaleva.

Ese día, hace 25 años, un hombre alemán llamado Günter Parche, obsesionado con que perdiera la norteamericana para que su compatriota Steffi Graf volviera a ser la número uno del mundo, vulneró todos los protocolos de seguridad y la atacó con un cuchillo.

“Mi mundo cambió en 1993. Durante el descanso, tras un juego, apuré hasta el final porque no había bebido nada de agua y de pronto sentí un dolor horrible en mi espalda. Me giré buscando de dónde venía el dolor y vi a un hombre detrás de mí levantando un cuchillo contra mí. Entonces me volvió a apuñalar”, recordó a The Mail la deportista.

Y de verdad que lo cambió todo, porque Seles tuvo que retirarse de las canchas por 27 meses, y para su retorno jamás volvió a ser número uno del mundo; a eso se suma que, por “sanidad mental”, jamás volvió a Alemania.

RS/azc