Hoy se cumplen 11 años del recordado triunfo del Vampiro en la final de los JJOO de Atenas 2004. El viñamarino ante todo pronóstico se convirtió en Atenas en doble medallista dorado.
Por Gonzalo Querol
En agosto de 2004, Nicolás Massú pasaba por uno de sus mejores momentos como tenista profesional, venía de ganar el ATP de Kitzbuhel a Gastón Gaudio en la final, por ese entonces campeón vigente de Roland Garros. Pero a pesar de ser el décimo cabeza de serie en Atenas, el viñamarino no era uno de los favoritos para quedarse con alguna medalla.
Además el sorteo no fue nada auspicioso, ya que en 1°ronda debió enfrentar el ex N°1 del mundo Gustavo Kuerten. En un partido muy parejo, el chileno se pudo llevar la victoria por un ajustado 6-3, 5-7 y 6-4.
En 2° ronda el Vampiro venció en dos parciales al estadounidense Vince Spadea y en octavos de final debió enfrentar al complicado Igor Andreev. El partido ante el ruso fue muy parecido al del debut ante Guga, Massú supo aprovechar sus oportunidades en los momentos precisos del partido, y así poder ganar 6-4 en el tercer y definitorio set e instalarse en los cuartos de final.
En esa ronda no llegaron los favoritos, ya que un joven Tomas Berdych sorprendió en 2° ronda a Roger Federer y Fernando González eliminó en octavos a Andy Roddick, N°2 por aquel entonces.
En la fase de los ocho mejores, Massú enfrentó a Carlos Moyá y cumpliendo uno de los mejores partidos de su carrera, logró vencer al español en dos sets.
A las semifinales llegaron dos chilenos (Massú y González) y dos estadounidenses (Fish y Dent). Mostrando la misma solidez que lo llevó a esa instancia, el chileno logró el pase a la final olímpica después de derrotar 7-6 (5) y 6-1 a Dent. Una lesión en el partido ante Mardy Fish en semifinales, cuando iba set y quiebre arriba, impidió que González disputara el oro ante su amigo y compañero de dobles.
La final pareció una obra digna de la tragedia griega, debido al dramatismo que tuvo. El Vampiro se encontraba notoriamente disminuido físicamente, debido al esfuerzo del día anterior en la final de dobles e intentaba a base de garra y empuje sacar el partido adelante. Y así lo hizo, tras un gran arranque se llevó 6-3 el primer set. Pero en los dos siguientes parciales, apareció la potencia del norteamericano, que además se aprovechó de la baja física del viñamarino y ganó el segundo y tercer set 6-3 y 6-2 respectivamente. Massú nunca dejó de correr y en la cuarta manga, recuperó la sintonía y regularidad que venía mostrando desde hace ya varias semanas y se quedó con el set con un claro 6-3.

El último parcial, fue muy parecido al quinto set de dobles disputado y ganado por el Nico en compañía de González. Massú sacó 5-4 por el partido y un nervioso Fish colaboró, ya que en el match point, la devolución del estadounidense fue ancha y el oro quedó para Chile.
En menos de 24 horas, Massú logró alzarse con dos medallas doradas, una verdadera epopeya en Atenas, el chileno a base de entrega, garra y valentía hizo recordar a grandes hombres de aquellas tierras como Aquiles, Hércules y Ulises. Con quienes comparte ser un guerrero y un héroe nacional.