ESPECIAL | 30 años sin Ayrton Senna

El 1 de mayo de 1994 el brasileño perdió la vida tras estrellar su Williams FW16, en la curva de Tamburello del Autódromo Enzo y Dino Ferrari de Imola. El mundo entero lamentó el fallecimiento de uno de los mejores pilotos en la historia de la Fórmula 1. Acá el repaso de su historia.

Por Gonzalo Querol / Edición y actualización: Laurencio Valderrama Poblete.


“Cuando piloteaba karts… era pura conducción, pura carrera, no había nada de política ni dinero de por medio, era correr de verdad y tengo un muy buen recuerdo de eso”, aseguró Ayrton Senna (21/03/1960 – 01/05/1994).

Los años pasan y la leyenda de Ayrton Senna sigue creciendo, ya son 30 años del fatal accidente que le costó la vida a uno de los más grandes pilotos de la historia del automovilismo. Su talento, valentía, velocidad, carisma y sinceridad transformaron al brasileño en un ídolo no sólo de la Fórmula 1, sino del deporte en general.

En la Deportiva de Chile te invitamos a recordar la figura de Ayrton Senna (QEPD), a exactas tres décadas de su partida.

¿QUIÉN FUE AYRTON SENNA?

El brasileño fue tricampeón del mundo (1988, 1990 y 1991) y dueño de innumerables récords en la máxima categoría. Disputó 161 Grandes Premios, de los cuales ganó 41, y además consiguió 80 podios y 65 pole positions, sólo superado por el alemán Michael Schumacher (68) y por el británico Lewis Hamilton (104).

Ayrton Senna da Silva nació el 21 de marzo de 1960 en la ciudad de Sao Paulo y fue el segundo hijo del matrimonio de Milton da Silva y Neyde Senna. Tuvo dos hermanos, Viviane y Leonardo.

A los cuatro años su padre le regaló un Kart y a los 13 participó en su primera carrera.

Aprovechando la acomodada economía familiar, Ayrton se fue con apenas 17 años a correr a Europa, pero recién a los 24 años hizo su aparición en la Fórmula 1.

¿CUÁNDO NACE LA LEYENDA DE AYRTON SENNA?

La leyenda de Senna nace en su sexta carrera en Fórmula 1 y nada menos que en Mónaco, el Gran Premio más especial y de mayor cobertura de la temporada.

“Quedé impresionado, nunca había estado en Mónaco, tuve un poco de práctica y por suerte logré adaptarme a la pista”, declaró un novato Senna a la cadena O’Globo en los ensayos previos a la carrera en el Principado.

El 3 de junio de aquel año 1984, Senna se graduó de ídolo al brindar uno de los mejores espectáculos en la historia de la Fórmula 1, pues largó en la posición número 13 en el lluvioso circuito callejero -donde es casi imposible adelantar- pero rápidamente comenzó a escalar lugares y parecía ser el único piloto cómodo en esas complicadas condiciones. De hecho, él marcaba los mejores registros y así fueron quedando atrás, entre otros, los campeones del mundo Keke Rosberg (padre de Nico Rosberg) y Niki Lauda.

Fue así que, en una brillante actuación, el joven brasileño se ubicó segundo, detrás del poderoso McLaren del local, el mítico francés Alain Prost.

“Creo que vemos en Ayrton Senna un talento extraordinario… es una actuación asombrosa”, aseguró el campeón de 1976, James Hunt, durante la transmisión oficial para la televisión británica

Senna le descontaba tres segundos por vuelta a Prost, era cosa de un par de giros para que el brasileño tomara el liderato de la competencia. Pero el piloto francés se empezó a quejar ante los jueces de lo peligroso que estaba el circuito debido a la persistente lluvia. Los comisarios escucharon al galo y sacaron la bandera roja en la vuelta 31, declarando finalizado este GP y privando a Senna de su primer y merecido triunfo en la Fórmula 1.

1985: UN SALTO DE CALIDAD

Al año siguiente de su debut, Ayrton Senna fue contratado por la importante escudería británica Lotus, que contaba en su palmarés con siete títulos de constructores y seis de pilotos.

El 21 de abril, en su segunda carrera con su nuevo equipo, Senna consiguió su primera pole position y su primer triunfo, todo bajo una fuerte lluvia en Estoril, Portugal.

Senna o ‘Magic Senna’, como fue apodado por su talento, le sacó una vuelta a todos sus rivales, salvo a su más cercano perseguidor, Michelle Alboreto (Ferrari), aunque igual lo aventajó por más de un minuto.

PRIMERA VICTORIA DE SENNA – GP PORTUGAL 1985

“Ayrton era un genio bajo la lluvia, cuando las condiciones eran malas y la pista estaba resbaladiza, él tenía algo más”, aseguró Reginaldo Leme, periodista de O’Globo.

Tras soltar unas lágrimas en lo más alto del podio, y después de escuchar el himno de Brasil, un emocionado Senna afirmaba lo siguiente, tras ganar el Gran Premio de Portugal 1985.

“Es maravilloso, es una sensación extraordinaria, estoy encantado, en mi segundo año en Fórmula 1 he conseguido mi primer sueño, que era ganar una carrera… es algo único, es como una droga, es algo tan fuerte y tan intenso, que una vez que lo pruebas, no puedes parar de buscarlo”, admitió.

En total, Senna ganó seis carreras en las tres temporadas que estuvo en Lotus, hasta que en 1988 apareció el reto más importante de su vida: correr para la prestigiosa escudería McLaren-Honda y ser compañero del dos veces campeón del mundo hasta ese momento: el francés Alain Prost.

PRIMER CAMPEONATO DEL MUNDO CON MCLAREN

Ayrton Senna por primera vez tenía un coche ganador y lo aprovechó al máximo. La escudería con sede en Woking arrasó aquella temporada, pues se quedó con 15 de los 16 Grandes Premios (Ayrton ganó ocho y su compañero siete).

Aparte de contar con el mejor monoplaza de la parrilla, McLaren tenía a los dos mejores pilotos: el brasileño era el más rápido, mientras que el francés el mejor estratega. De hecho, era apodado el “profesor”.

HASTA QUE LLEGÓ SUZUKA

El Gran Premio de Japón era el penúltimo de la temporada, y Senna tenía la gran oportunidad y responsabilidad a la vez de hacer realidad su sueño de convertirse en campeón del mundo. Largaba desde la pole position y, si obtenía el triunfo, el brasileño se consagraría como el mejor de la temporada 1988.

Al momento en que se apagaron las luces rojas, increíblemente el MP4/4 Honda Marlboro-McLaren del paulista se quedó detenido y fue sobrepasado por varios vehículos. Tras las primeras curvas, Senna se ubicaba décimocuarto, mientras que su compañero y rival iba primero.

Sin embargo, en un heroica e impresionante remontada, Senna comenzó a sobrepasar coches. La mala suerte de la largada sólo fue un recuerdo cuando comenzó a llover y se dio su escenario favorito.

Ni siquiera el dos veces campeón del mundo y compañero, que contaba con el mismo auto, fue obstáculo para un “mágico Senna”, que escribió uno de los mejores y más espectaculares capítulos en la definición de un campeonato de F1.

“Empecé a agradecer en la última vuelta, di las gracias a Dios, no creí que fuera a ganar el campeonato, con toda la ansiedad y emoción sentí su presencia, vi a Dios, fue un momento especial en mi vida, una grandísima sensación, lo tengo grabado en mi memoria y forma parte de mí”, expresó un creyente Senna.

Ya un poco más tranquilo, el brasileño agregó: “Siento paz, es como si me hubieran sacado toneladas de peso de la cabeza y de los hombros, es difícil de entender lo que significa ser campeón del mundo”.

1989: HISTORIA PARECIDA, DISTINTO FINAL

La temporada anterior había sido toda color de rosa para Ayrton: manejaba el mejor vehículo, cumplió su anhelado sueño de ser el mejor del mundo y tenía una buena relación con su compañero, Alain Prost.

Pero en 1989, todo cambió. Al igual que el año anterior, se llegaba a Suzuka con la posibilidad de consagrar a un campeón, en este caso Prost. Senna, que venía de ganar el Gran Premio de España y en total sumaba seis victorias en el año, estaba obligado a obtener un triunfo para llevar el desenlace del Mundial a la última prueba en Australia. En cambio, si no sumaba puntos en Japón, el título automáticamente quedaba en poder del piloto galo.

Más que de la carrera, se hablaba en el mundo de la rivalidad Senna–Prost, que había llegado a niveles extremos: ambos pilotos se odiaban y no se dirigían la palabra.

La prueba se disputó el 22 de octubre y Ayrton se quedó con la pole position, pero Prost largó mejor y tomó el liderato en el circuito de Suzuka. Todo siguió así hasta la vuelta 46, cuando Senna intentó el adelantamiento y tras una defensa antideportiva -según varios entendidos- por parte de Prost, ambos McLaren MP4/5 terminaron a un costado de la pista. Eso le favorecía al francés, que se consagraba como campeón.

Sin embargo, con ayuda de los auxiliares del circuito, el brasileño logró reincorporarse a la competencia. Al ver lo sucedido, Prost partió corriendo a la oficina de los comisarios.

Sólo quedaban cinco vueltas y Senna logró otro milagro: tras una soberbia e increíble conducción al límite, el campeón vigente logró otra remontada memorable y ganó la carrera. Es decir, el Campeonato de 1989 se definía en la última carrera de la temporada.

Un emocionado Senna debió levantarse la visera del casco para poder secarse las lágrimas que inundaban su rostro.

Sin embargo, al brasileño poco le duró la felicidad porque, tras momentos de incertidumbre y varios minutos de reunión, la organización finalmente decidió descalificar a Senna del Gran Premio de Japón por saltarse una curva, al momento en que fue ayudado por los auxiliares cuando se reintegró a la pista.

Tras la polémica, todas las miradas y suspicacias cayeron en Jean-Marie Balestre, presidente de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), quien era amigo y compatriota de Prost. El galo se convirtió en tricampeón del mundo.

“No estaba seguro si yo era campeón, conozco las reglas, pero nunca se sabe como las van a interpretar. Estoy contento de marcharme (a Ferrari), porque es imposible trabajar con Ayrton, ha sido un buen final de campeonato”, afirmó Prost.

Mientras que un desconsolado Senna respondió de forma muy dura: “En todo este asunto se me ha culpado de todo y se me ha penalizado por todo, se me ha tratado como un criminal”.

“Aquel fue un golpe durísimo para Ayrton, porque la actitud de Balestre fue aún peor que la de Prost, estuvo a punto de abandonar la Fórmula 1”, admitió Viviane, hermana de Ayrton.

1990: EL ANHELADO SEGUNDO CAMPEONATO

Todo parecía indicar que aquel año volvería la calma para Ayrton y McLaren, tras la partida de Prost del equipo, pero la guerra continuaba y las declaraciones iban de un lado para otro.

“Ayrton tiene un pequeño problema, cree que no se puede matar porque cree en Dios, y eso es muy peligroso para los demás pilotos”, señaló Prost.

La respuesta del brasileño fue cortés: “Que crea en Dios y que tenga fe en él no significa que sea inmortal, que sea inmune, como se ha dicho últimamente, tengo tanto miedo como cualquiera a hacerme daño, sobre todo conduciendo un Fórmula 1, es un peligro constante”.

El campeonato fue muy parejo, tanto así que Senna y Prost se repartieron victorias en el año hasta que llegaron a Japón. Sí, otra vez Suzuka definía el título, pero ahora se habían invertido los papeles: si el francés no sumaba, Senna era el campeón.

Antes de largar, ya había polémica en la carrera, Ayrton ganador de la pole, debía salir desde el lado sucio de la pista, mientras que Prost (segundo) lo hizo desde el lado limpio. Otra vez Balestre influía en favor de su compatriota.

Al igual que en la edición anterior, el francés tomó la primera posición, pero un Senna decidido intentó recuperar de inmediato el liderato en la primera curva, y otra vez chocaron, tanto el McLaren como el Ferrari terminaron fuera y debieron abandonar.

Fue un final triste, pero por segunda vez Senna era el campeón de la Fórmula 1. La leyenda crecía más y más.

1991: EL ÚLTIMO SUEÑO CUMPLIDO

Tras ser bicampeón del mundo, sólo le quedaba una cosa por lograr a Senna: ganar en casa. Ayrton no sólo era ídolo por sus logros, sino también había creado un sentimiento de admiración en su país por representar con tanta pasión y orgullo a Brasil en todo el mundo.

Tras varios intentos, finalmente en 1991 el sueño se hizo realidad: Senna conquistó el 24 de marzo, en el tradicional circuito de Interlagos, el Gran Premio de Brasil. Pero antes el destacado piloto sudamericano debió sufrir, al igual que con los títulos mundiales.

A siete vueltas del final, Senna lideraba la prueba y llovía en Sao Paulo ¿qué mejor panorama?. Pero de la nada el McLaren MP4/6 presentó un problema en la caja de cambios y sólo tenía sexta marcha.

Parecía imposible conducir con aquella enorme dificultad. Pero, con una fuerza casi mística, Senna aguantó y ganó por primera vez en su ciudad y país.

La emoción de Senna era igual o incluso superior a la manifestada tras la conquista de sus títulos mundiales.

El esfuerzo había sido tan brutal que Senna se desmayó en el monoplaza. Por ello, tuvo que ser sacado por personal médico del circuito. El brasileño presentó espasmos musculares en el cuello y los hombros.

“He peleado tanto, que tenía que acabar primero… Dios me ha dado esta carrera y estoy muy contento, ha sido muy emocionante”, afirmó un aún convaleciente Senna.

“Gracias Brasil, el calor humano ha sido tan grande, que esta vez teníamos que ganar, no podía ser de otra forma, lo conseguimos”, agregó.

Senna y Japón tenían un lazo especial y fue así que una vez más, al igual que en los años anteriores, el título se definía en tierras niponas. Ayrton Senna competía esta vez ante el británico Nigel Mansell, de Williams: si Senna salía segundo o el británico no sumaba, Ayrton se convertiría en tricampeón.

Al final, se dieron ambas situaciones, porque Mansell abandonó en la vuelta 9 tras salirse de la pista y Senna finalizó segundo y ganó un nuevo campeonato.

Había un consenso en que no sólo por talento, sino también por los números y las estadísticas, Ayrton Senna estaba entre los más grandes de la historia del automovilismo.

“Me queda mucho más por aprender como hombre que como piloto, porque mi carrera no durará mucho y espero que mi vida sí. Ahora sólo estoy en la mitad de mi vida, así que aún me queda mucho por vivir, mucho por aprender, mucho por hacer en la vida, y la felicidad llegará cuando me sienta completo, algo que hoy no siento. Pero tengo mucho tiempo para conseguir eso”, afirmó un reflexivo Senna tras el título de 1991.

Los años 1992 y 1993 no fueron buenos para Senna y McLaren, pese a terminar 4° y 2°, respectivamente, en aquellas temporadas. La implementación por parte de la escudería Williams de la suspensión electrónica le permitió al equipo británico dominar la competencia.

Senna intentó fichar en el equipo de Frank Williams en 1993, pero ahí ya había firmado Alain Prost, y la única condición del francés era que no podía tener como compañero a Ayrton Senna. De todas formas, tras ganar su cuarto campeonato, Alain Prost se retiró y dejó vacante el puesto en Williams.

Luego de seis temporadas en McLaren, finalmente Senna abandonó el equipo con el cual ganó sus tres títulos y pasó a Williams.

FATAL ACCIDENTE EN ÍMOLA

Apenas presentado Senna en su nuevo equipo, la FIA prohibió los avances tecnológicos que se habían estado utilizando durante las últimas dos temporadas. La intención era achicar la brecha entre los equipos más ricos con los de menores recursos.

Los monoplazas ya no contaban con control de tracción, frenos especiales y suspensión electrónica.

El Williams FW16 se convirtió en un coche inconsistente y difícil de maniobrar, por este motivo Ayrton no pudo finalizar los dos primeros Grandes Premios de la temporada 1994.

Hasta que llegó la Fecha 3, el Gran Premio de San Marino en Imola.

“Nunca había visto a Senna tan tenso como aquel fin de semana, no lo vi sonreír en ningún momento, estaba siempre molesto, triste”, admitió el periodista brasileño Reginaldo Leme.

La inestabilidad de los autos, ya sin las ayudas tecnológicas, fomentaron los accidentes, sobre todo en el veloz y peligroso Autódromo Enzo y Dino Ferrari. De hecho, en los entrenamientos el joven brasileño Rubens Barrichello (entonces de 22 años) sufrió un impactante accidente.

De hecho, lo más grave hasta ese momento fue el fallecimiento del austríaco Roland Ratzenberger, el sábado 30 de mayo, cuando en la clasificación estrelló su Simtek a más de 300 kilómetros por hora, convirtiéndose en una nueva víctima de la Fórmula 1.

LA REACCIÓN DE SENNA ANTE LA MUERTE DE RATZENBERGER

El ambiente entre los pilotos fue de pena y lamento, lo cual ratificó el médico de la categoría, Sid Watkins, en un documental sobre la vida de Senna: “Ayrton se puso muy triste y lloró un poco. Allí le dije: mira Ayrton, has sido campeón del mundo tres veces y eres el más rápido del mundo, por qué no nos retiramos los dos y nos vamos de pesca. Pero él dijo ‘Sid, no puedo abandonar'”.

Pese a las dificultades en el vehículo, Senna igual se quedó con la pole position. La carrera comenzó con un accidente y tras la marcha del safety car en la vuelta seis, Senna exigió al máximo el Williams por la presión del Benetton de Michael Schumacher, que intentaba hacerse con la punta.

Más adelante llegó la fatídica vuelta siete, cuando Senna perdió el control de su auto en la curva Tamburello y se estrelló a toda velocidad contra el muro. De inmediato apareció la bandera roja y los rostros de los protagonistas denotaban la gravedad de la situación: Frank Williams (jefe), Ron Dennis (ex jefe) y Alain Prost, ahora en la faceta de comentarista, sabían de lo complicado y extrema de las circunstancias.

“Después de sacarle el casco, por sus respuestas neurológicas vi que era una lesión cerebral mortal, entonces suspiró y su cuerpo se relajó, ese fue el momento. Si bien no soy religioso, en ese momento pensé que su espíritu había salido de su cuerpo”, declaró el médico Watkins.

En el destruido monoplaza se encontró una bandera austríaca. Senna pretendía rendir homenaje a Ratzenberger, fallecido el día anterior.

¿QUÉ MATÓ A SENNA, QUÉ FALLÓ?

Ayrton Senna tuvo la mala fortuna que la barra de suspensión se rompió y le abrió el casco. De hecho, tras el accidente el brasileño no tenía ningún hueso roto ni ningún otro golpe de consideración.

Hasta el día de hoy no se sabe y lo más probable es que nunca se aclaren las circunstancias del accidente de Senna. Algunos culpan a la rotura de la columna de dirección, para otros el motivo de la colisión fue el enfriamiento en los neumáticos luego de las vueltas tras el auto de seguridad.

El 4 de mayo de 1994 el cuerpo de Ayrton Senna llegó a su querido Brasil. En un funeral público realizado al día siguiente, con la carroza recorriendo las calles de su natal Sao Paulo, miles de personas salieron a las calles para llorar la partida y despedirse del ídolo.

Después del fallecimiento de Senna, la FIA aumentó las medidas de seguridad y tuvieron que pasar 21 años para que otra muerte conmoviera a la máxima categoría, la del francés Jules Bianchi en 2015.

Al año siguiente del trágico deceso, su hermana Viviane fundó el “Instituto Ayrton Senna”, donde se educa a niños de escasos recursos en Brasil. Alain Prost es miembro del consejo de administración.

Los restos de Ayrton Senna descansan en el cementerio de Morumbi, Sao Paulo, y en la placa de la sepultura se puede leer: “Nada me puede separar del amor de Dios”.

Por último, acá repasamos el mensaje de este viernes 1 de mayo del actual presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Jean Todt, quien comentó lo siguiente.

“Hace 26 años, durante un trágico fin de semana en Imola, fallecieron Ayrton Senna y Roland Ratzenberger. Nuestros pensamientos están con ellos. Continuaremos trabajando incansablemente para hacer que este deporte sea más seguro”, sentenció.

ÚLTIMO MENSAJE DE LA CUENTA OFICIAL DE AYRTON SENNA – LUNES 22 DE ABRIL DE 2024 (la cuenta es manejada por su familia)

Ayrton Senna por siempre (QEPD).

RS/gq/lv

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