En un estadio Nacional colmado de hinchas de Universidad de Chile, el conjunto de la ciudad jardín fue el que terminó celebrando en el pasto de Ñuñoa, ya que con el empate uno a uno Everton logró, con lo justo, clasificar a la fase inicial de la Copa Sudamericana de la temporada 2025.

En un duelo de alta tensión, los azules tenían preparada la fiesta, y estuvieron cerca de desatar una celebración importante, ya que en Copiapó el cuadro de Colo Colo solo logró empatar, también a uno contacto de Arturo Vidal, por lo que de haber ganado el conjunto universitario hubiera forzado una final por el título con los albos.

Y parecía que estaban bie encaminados, ya que de entrada, en los dos minutos de juego, un balón perdido en la mitad por Everton generó un rápido ataque de la “U”, en que Leandro Fernández habilitó a Maximiliano Guerrero quien abrió la cuenta con un zurdazo.

Pese a ese mal arranque que auguraba una jornada de lamentos, Everton logró resistir el asedio del conjunto del chuncho, aunque en esa tarea destacaron en la batalla por repeler los ataques rivales, la solvencia del central brasileño Eduardo Bauermann, y fundamentalmente, las notables tapadas del arquero Ignacio González, figura del elenco ruletero.

El portero de la “U” también atajó lo suyo, ya que los oro y cielo encontraron espacios para llegar con peligro a la portería de Gabriel Castellón. El meta formado en Wanderers puso el pecho ante los contragolpes viñamarinos, pero nada pudo hacer en los 72 minutos cuando el delantero Federico Martínez lo venció insistiendo con un remate en la boca del arco.

Casi al instante siguiente, Colo Colo empataba en el norte, por lo que Universidad de Chile se fue con todo por otro gol que le diera la oportunidad de jugar una final para definir el título.

Por un momento pareció que la “U” lo lograba. El argentino Fernández clavó un remate bajo y ajustado, lo alcanzó a celebrar con todo, iban 87 minutos. Pero tras revisar en el VAR, el juez Francisco Gilabert lo anuló por falta previa en contra de Martínez.

Así se le extinguió el tiempo a la “U” para lograr algo en la cancha, mientras Everton celebró el premio de consuelo: la Copa Sudamericana. Pero igual vale, purdieron haber quedado con las manos vacías.