Nico Rosberg gana en Australia y se queda con el primer Gran Premio de la temporada

Mercedes logró el 1-2 ya que Lewis Hamilton terminó en segundo lugar, el podio lo completó Sebastian Vettel. Durante la carrera se vivió un momento de tensión cuando Fernando Alonso y Esteban Gutiérrez protagonizaron un dramático accidente.

Por Gonzalo Querol

La emoción volvió a la máxima categoría del automovilismo mundial, más de tres meses tuvieron que esperar los fanáticos para volver a sentir la adrenalina y el rugir de los motores de la Fórmula 1.

Como es habitual Albert Park albergó la primera fecha del campeonato del mundo, en el cual tras el nuevo formato de clasificación (que no fue del gusto de los pilotos y las escuderías, incluso Toto Wolff, director de Mercedes afirmó: “Creo que el nuevo sistema de clasificación es una basura”) parecía que todo seguiría igual al año anterior, con los Mercedes dominando y sin un equipo capaz de hacerle peso.

Pero Ferrari confirmó que dio un salto de calidad y acortó la distancia con las flechas plateadas, esto se demostró en la largada, en la que Vettel sacó a relucir su calidad, no por nada ha ganado cuatro mundiales. El alemán pasó del tercer puesto a liderar la competencia, superando a ambos Mercedes, los seguidores de la escudería de Maranello disfrutaron aún más cuando Kimi Raikkonen se colocó tras su compañero.

Los Ferraris dominaban sobre el asfalto de Melbourne y cada vez se alejaban más de los Mercedes, pero en la vuelta 18 se produjo el momento más tenso de la carrera, cuando Fernando Alonso y Esteban Gutiérrez se vieron involucrados en un brutal accidente. El español tocó con su rueda delantera derecha al Haas del mexicano y salió disparado hacia el muro de contención y luego dio un par de vueltas en el aire para finalizar en la gravilla con el MP4-31 totalmente destrozado. En ese momento se pensó lo peor, pero todo volvió a la calma al ver salir a Alonso del monoplaza y saludarse con Gutiérrez, antes de que ambos fueron llevados al servicio de urgencia.

Tras abandonar la sala médica, Alonso dijo: “Estoy bien, un poco decepcionado por no acabar la carrera y no poder obtener algún punto. El destrozo en el auto es grande y habremos perdido una unidad de potencia”. Un poco más tranquilo y unas horas después el campeón del mundo con Renault en 2005 y 2006 publicó en sus redes sociales: “Soy consciente de que hoy he gastado una de las vidas que me quedaban, quiero dar las gracias a McLaren y a la FIA por la seguridad actual de los monoplazas. A mis compañeros y a los aficionados por la preocupación mostrada y apoyo incondicional. Ahora a recuperarse y pensar en Baréin, y subirme al coche para conseguir los primeros puntos”.

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Así quedó el MP4-31 del español tras el choque con Esteban Gutiérrez.

Luego del impactante accidente, la pista quedó muy sucia y altamente peligrosa para el resto de los pilotos, por lo que los comisarios optaron por la bandera roja, paralizando la competencia y todos los autos ingresaron a boxes. Ahí cambió la carrera y Ferrari erró la estrategia, la mayoría aprovechó para montar neumáticos medios, pero al auto de Vettel se le colocaron ultrablandos, en ese momento ya había abandonado Raikkonen, quien vio como su Ferrari se incendiaba.

Reanudada la carrera todo fue muy cómodo para el alemán de Mercedes quien sumó su victoria N°15 en la Fórmula 1, segundo fue Hamilton y tercero Vettel. “Ha sido un fin de semana genial, muchas gracias al equipo, han hecho un gran trabajo dándonos este coche increíble. Además, la estrategia ha sido crucial, estoy muy agradecido, somos muy fuertes en estrategia” señaló Rosberg quien ganó por segunda vez en Australia.

Cuarto finalizó el crédito local, el hombre de Red Bull Daniel Ricciardo y quinto el brasileño de Williams Felipe Massa. Lo positivo de la carrera fue el sexto lugar del francés Romain Grosjean quien sumó los primeros puntos para el debutante Haas, también los que dieron un buen espectáculo fueron los jóvenes pilotos de Toro Rosso, Carlos Sainz y Max Verstappen quienes finalizaron noveno y décimo respectivamente.

El próximo Gran Premio se celebrará el 3 de abril en Baréin, donde la interrogante será ver si Ferrari podrá seguir el mismo ritmo de las flechas plateadas y también que sucederá con el tan criticado nuevo sistema de clasificación.

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