Roman Reigns derrota a Triphe H en Wrestlemania y es el nuevo campeón de WWE
En otros de los encuentros destacados The Undertaker venció en la Hell in a Cell a Shane McMahon y podrá seguir compitiendo en Wrestlemania, una de las sorpresas en el AT&T Stadium fue el triunfo de Zack Ryder en la lucha de escaleras, lo que le valió coronarse como nuevo campeón intercontinental.
Por Gonzalo Querol
Wrestlemania 32 ya es historia, y quedó en los registros como el más grande de todos los tiempos en cantidad de espectadores, 101.763 personas fueron testigos del magno evento en el AT&T Stadium de la ciudad de Arlington (Texas).
El show más importante del entretenimiento deportivo comenzó con un kickoff de dos horas, que demostró que 120 minutos es demasiado tiempo y quizás 60 sería lo más apropiado. Chocante y desmotivante a la vez es ver una lucha con un estadio semivacío o con gente caminando por los alrededores y buscando su ubicación, mientras las superestrellas intentan ser foco de atención en el ring.
Preocupante lo de The Dudley Boyz, no solo perdieron con The Usos, sino que también se fueron humillados al ser víctimas de sus propias mesas. Desde ya hace un tiempo que el Team 3D viene perdiendo importancia en la división de parejas de la empresa.
Wrestlemania 32 arrancó de más a menos, la lucha por el título intercontinental fue de lo mejor de la tarde-noche, empezó con un gran ritmo y lo mantuvo hasta el final. Todas las superestrellas que participaron se lucieron, y la lucha terminó con una sorpresa, la victoria de Zack Ryder, el mismo que hace un par de meses o incluso semanas era uno de luchadores menos empleado por WWE. Lo más seguro es que con la pérdida del título intercontinental por parte de Kevin Owens, este intensificará todavía más su rivalidad con Sami Zayn.
En la segunda lucha Chris Jericho derrotó a A.J. Styles en una buena contienda, digna de dos de los mejores talentos del actual roster principal de WWE. La duda que surge es como terminará esto, ¿habrá una nueva revancha para el ex TNA?
Lo más llamativo del encuentro en parejas entre The New Day y The League of Nations fue la entrada de los actuales campeones, que aparecieron en el imponente estadio dentro de una caja gigante de cereales y vestidos como Saiyajin (raza de guerreros de la serie animada Dragon Ball Z), sin dudas, fue el momento cómico de la noche. Pero que en Wrestlemania, el día más importante del año, los campeones no defiendan sus títulos, ya le resta algo de atractivo y relevancia a la lucha. Tras la victoria de The League of Nations, los más de 100 mil espectadores disfrutaron de un gran segmento protagonizado por las leyendas Shawn Michaels, Mick Foley y Stone Cold, que no realizaron las típicas charlas o promos, sino que participaron de la acción en el ring, aplicaron al equipo Heel sus respectivos finisher y también al pobre Xavier Woods.
Del duelo Brock Lesnar- Dean Ambrose se esperaba mucho más, sobre todo por la calidad de ambos y por la estipulación, una lucha super libre, donde todo es válido. Durante el encuentro fuimos testigos de grandes momentos, pero falto más utilización de elementos externos, no solo sillas o palos de kendo, incluso se esperaba que el Medio Lunático ingresara con el carro que utilizó en el último Raw, donde recolectó todo tipo de objetos para atacar a la Bestia, pero nada de ello ocurrió. Finalmente, Lesnar se llevó la victoria tras aplicar a Ambrose un F5 sobre varias sillas.
La lucha femenina protagonizada por la campeona Charlotte, Sasha Banks y Becky Lynch iba camino a ser de lo mejor en el AT&T Stadium, pero la intervención una vez más de Ric Flair ensució todo. El final de las luchas de la actual campeona ya está demasiado repetido, cada vez que la delgada rubia está cerca de ser derrotada, el Nature Boy influye de alguna manera para favorecer a su hija.
Es sabido la condición física de The Undertaker, es imposible esperar una lucha dinámica (acaba de cumplir 51 años), pero en la Hell in a Cell The Deadman y Shane McMahon brindaron una muy buena exhibición, mucho se especuló que podía ser el main event de este Wrestlemania, cosa que final no sucedió. El apogeo de la lucha se vivió cuando Shane se lanzó desde el techo de la celda para intentar conectar al Enterrador que estaba lastimado encima de la mesa de comentarios. Pero cuando el hijo de Vince McMahon impactó la mesa The Phenom ya se había quitado, por lo que el cuerpo de Shane recibió todo el impacto. Fue el momento extremo del evento y casi con seguridad será el momento extremo del año. Tras esto, The Undertaker pudo aplicar una Tombstone Piledriver y ganar el encuentro, lo que le permite seguir luchando en el máximo evento de la empresa.
Los dos segmentos que siguieron fueron de lo peor allá en Texas, primero la Batalla Real en honor a André the Giant solo es una lucha de relleno, y si alguien debería haber ganado, ese era Kane. El Monstruo Rojo posee en la empresa una gran trayectoria y era la forma de homenajear a un hombre que se ha entregado de forma completa al wrestling. Pero el ganador y para sorpresa de muchos fue Baron Corbin, el luchador de NXT, de donde surgen los jóvenes talentos, el futuro de WWE. Rl gran problema es que antes que Corbin en la división creada por Triple H hay varios luchadores con más méritos y talento que perfectamente pudieron haber sido incluidos en la batalla y haberla ganado.
Antes del main event llegó el espacio protagonizado por The Rock el que fue interrumpido por The Wyatt Family, una lástima por Bray que poco a poco va perdiendo más credibilidad en su personaje. Ya era un error no tenerlo en la cartelera del colosal espectáculo, pero aún peor fue exponerlo en aquel segmento que también sorprendió con el regreso de John Cena, quien se recuperó antes de lo esperado y regresó para que se escucharan los ya característicos gritos a favor y en contra hacia su persona.
El evento central comenzó con el público claramente a favor de un luchador, el campeón Triple H, como ya es costumbre Roman Reigns fue abucheado cada vez que dominó el pleito. Mucho se mencionó que la lucha sería sin descalificación, pero ante el desconcierto de muchos eso no ocurrió y el combate se disputó de manera tradicional. Fueron escasos los momentos de emoción, se tuvo que esperar hasta el final del encuentro, donde Triple H intentó golpear al ex The Shield con su característico mazo pero no pudo y donde Reigns embistió a Stephanie McMahon con una lanza al igual que a su marido para ganar por tercera vez el Campeonato Mundial de Peso Pesado de WWE.
Una lucha predecible, monótona, con un público disconforme y sin sorpresas, así fue el main event de Wrestlemania 32, muy distinto a lo vivido el año anterior cuando Seth Rollins canjeó el maletín de Money In The Bank y se coronó campeón en una triple amenaza.
Antes del evento la leyenda Bret Hart afirmó: “Wrestlemania 32 es la peor cartelera de la historia, me avergüenzo por WWE”. Claramente el espectáculo dejó mucho que desear, ya que al ser Wrestlemania el evento del entretenimiento deportivo más grande e importante del mundo, el fanático y seguidor del wrestling espera vivir la noche más especial del año y claramente ayer eso no sucedió.